Tipos de tratamiento · Memorias NILSA
Memorias Nilsa 2011
Tipos de tratamiento
En la actualidad, Navarra cuenta con tres tipos de tratamiento final para los residuos orgánicos, tal y como hemos explicado en apartados anteriores. A continuación ofrecemos una explicación documentada con términos técnicos para que resulte lo más rigurosa posible, evitando el simplismo. En cualquier caso, cualquier persona que desee ampliar sus conocimientos sobre la gestión de residuos en la parte de compostaje o participar para mejorar el medio ambiente, puede sumarse a la campaña de compostaje doméstico anual, organizada por la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona. Por su parte, el Consorcio de Residuos se ha adherido a la iniciativa Composta en Red, cuya información completa se ofrece aquí.
Compostaje
Es un tratamiento biológico aeróbico (con oxígeno) termófilo (y con calor) susceptible de ser aplicado a cualquier residuo orgánico biodegradable (en nuestro caso, la fracción orgánica de los residuos urbanos) y del que se obtienen como productos finales dióxido de carbono, vapor de agua, compost o material bioestabilizado y calor.
Es importante reseñar que tras la aprobación del nuevo Plan Integral de Gestión de Residuos de Navarra, la materia bioestabilizada obtenida del compostaje solo podrá denominarse compost cuando la materia prima provenga de la recogida selectiva de materia orgánica biodegradable.
En la actualidad, tanto en la planta de tratamiento de residuos de Cárcar como en la de "El Culebrete" se llevan a cabo procesos de compostaje. La materia orgánica se dispone en pilas en las que se controla la evolución del proceso y se realizan volteos periódicos. Estos volteos permiten oxigenar, homogeneizar y disminuir el tamaño de las partículas y dispersar el exceso de calor. El proceso termina cuando se alcanzan los niveles requeridos de estabilización e higienización, ya que antes de obtener el producto final es necesario realizar un proceso de selección y posterior maduración.
En la planta de Cárcar, a los residuos recogidos del contenedor marrón (el de materia orgánica en la Mancomunidad de Montejurra) se les realiza un pretratamiento (eliminación de los materiales no compostables: envases, bricks, latas…) y posteriormente se procede a la formación de las hileras. En el caso de "El Culebrete", la formación de las hileras se realiza con el "digestato" -materia orgánica parcialmente digerida- centrifugado obtenido del proceso de biometanización. En la actualidad en ambas plantas el producto final es materia bioestabilizada.
Biometanización
Es un tratamiento biológico anaeróbico (sin oxígeno) susceptible de ser aplicado a la fracción orgánica de los residuos urbanos y del que se obtienen como productos finales un gas formado principalmente por metano y dióxido de carbono, y una materia orgánica parcialmente digerida denominada "digestato". El gas obtenido, rico en metano, se utiliza para generar electricidad mediante su combustión en un motor. El "digestato" generalmente se estabiliza mediante un proceso de compostaje.
En el centro de tratamiento de "El Culebrete", los residuos del contenedor verde (materia orgánica y resto) pasan por un primer tratamiento mecánico en el que se obtienen tres flujos: uno de materia orgánica, otro de inertes recuperados (bricks, papel, aluminio…) y otro de rechazos no valorizables.
El flujo de materia orgánica se somete a un proceso de acondicionamiento para ser introducido en un digestor, en el que -en ausencia de oxígeno y con ayuda de agitación- se producen las condiciones favorables para la biometanización. Después de este proceso, los gases obtenidos se someten a un pretratamiento antes de ser utilizados en un motor para la generación de energía. Mientras, el "digestato" se somete a un proceso de centrifugación para reducir su contenido en humedad. Posteriormente, se mezcla con astillas de madera para formar las pilas de compostaje en las que se finalizará el proceso de estabilización de la materia orgánica.
Directos a vertedero
En la actualidad una fracción todavía importante de los residuos va directamente a vertedero. Esta fracción está compuesta, en una parte, por materiales aprovechables que las actuales instalaciones de pretratamiento no han podido recuperar. Generalmente los procesos de selección tienen un porcentaje de efectividad menor del 100%, por lo que siempre acaban materiales valorizables en el flujo de rechazos.
Por otro lado, tendríamos una fracción de los residuos que por su composición no son valorizables y por lo tanto acaban en vertedero. La mejora de las recogidas selectivas -sobre todo la implantación de la orgánica en un contenedor específico- y un detallado análisis del funcionamiento de las instalaciones actuales podrá permitir en el futuro la disminución de estos residuos.