El itinerario de la basura · Memorias NILSA

Memorias Nilsa 2012
Contenedor de residuos orgánicos

El itinerario de la basura

La basura es consustancial a la vida. Cualquier cosa que hagamos tiene su correlación en forma de desperdicio. No hay actividad que no genere residuos. Así que el problema de su gestión está ahí y es insoslayable. Para colmo, cada vez con más fuerza. Porque cada vez consumimos más y de forma más contaminante. Así que, sin ánimo apocalíptico, sí que queremos explicar que la generación de residuos es un problema de todos que, obviamente, se palia con dinero, pero no se resuelve solo con eso.

Podemos organizar Consorcios de Residuos, gestionarlos eficazmente con dinero público bien invertido y mejor gastado, adoptar las tecnologías más sofisticadas y salvaguardar al máximo el medio ambiente, pero esto no solucionará del todo nada. La cuestión es que todos, cada persona, tenemos que consumir menos o, al menos, mejor. Tenemos que aprovechar al máximo los objetos, dotarlos de utilidades para las que no fueron pensados, separar siempre correctamente la basura, compostar en casa si es posible, utilizar menos el coche, respetar los espacios públicos, consumir menos agua y luz, la energía justa, comprar productos respetuosos con el medio ambiente, evitar los que tienen un exceso de plásticos y envoltorios y... en fin, todas esas cosas que siempre oímos, que ya sabemos, que tenemos aprendidas de memoria, pero que a la hora de la verdad, a la hora de poner en práctica, parece que nunca conocimos o que olvidamos al instante.

Cuando uno de nosotros arroja un desperdicio al cubo de la basura, esa basura que va a parar al contenedor verde, al contenedor de resto, tenemos que ser conscientes del largo camino que espera a ese residuo y del dinero que eso supone para nuestro bolsillo como contribuyentes.

Camión de la Mancomunidad de Mairaga

Cuando el camión de recogida llega al contenedor verde para vaciarlo -a diario en la mayoría de las localidades navarras, más esporádicamente en las más pequeñas-, esa basura ha de ser transportada a una estación de transferencia -o en su defecto, muelle de descarga- para ser compactada. Eso supone transporte por carretera, una flota a disposición e instalaciones que requieren invertir en operación y mantenimiento.

Una vez la basura ha sido compactada, ha de llegar hasta su destino final: la planta de "El Culebrete" en Tudela, donde mediante un proceso de biometanización se obtiene energía; o la planta de Cárcar, en Tierra Estella, donde se convierte en compost para posterior aplicación agrícola.

No obstante, el panorama no es idílico. La Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, que aglutina el 60% de los residuos generados en Navarra, no trata la basura recogida de ninguna manera, sino que la entierra directamente en vertedero. Si bien están estudiando opciones alternativas porque esta situación es insostenible en el tiempo y además contraviene la normativa europea, los residuos se siguen acumulando con todos los inconvenientes que esto conlleva.

Así que, antes de tirar cualquier cosa, por favor, pensemos... ¿Tiene otra utilidad? ¿Puedo reaprovecharla? ¿Es contaminante? ¿Debe, por tanto, ir a un punto limpio? ¿Alguien la puede necesitar para algo? ¿Seré capaz de consumir menos la próxima vez o de forma más sostenible? ¿Puedo hacer algo para reducir el volumen de residuos que genero, tanto en casa como fuera, en el trabajo o de vacaciones? ¿Soy una persona suficientemente cívica en mis comportamientos? ¿Sería capaz de vivir con menos?

En fin, la lista de preguntas podría ser interminable, pero el espíritu es el mismo y el objetivo, único: producir menos basura, dejar la mínima huella ecológica, pasar por el mundo como si nos debiéramos a él, no como si todos los recursos disponibles fueran a ser eternos e infinitos.

Nos debemos un poco más a la naturaleza y a un espíritu más medioambientalista. ¡Gracias por colaborar!

Tráiler en el muelle de descarga de Ribera Alta