78.449.268 metros cúbicos depurados · Memorias NILSA

Memorias Nilsa 2016
78.449.268 metros cúbicos depurados

78.449.268 metros cúbicos depurados

Navarra depuró en 2016 una cifra muy similar a la del año anterior: 78.449.268 metros cúbicos de agua residual. En 2015 habían sido 78.522.998 metros cúbicos, lo que supone que en ejercicios con pluviometrías parecidas, las instalaciones siguen funcionando con una eficiencia similar, conseguida en los últimos ejercicios con numerosas mejoras de instalaciones y con el desdoblamiento de las redes municipales (fecales, por un lado, y pluviales, por otro). 

Depurar menos es, paradójicamente, un éxito porque significa que el agua de lluvia ya no va a parar a las instalaciones gracias al aumento de las redes separativas en las localidades. Cabe recordar que la incidencia de las precipitaciones en las depuradoras es muy alta si las redes municipales son unitarias (aguas residuales procedentes de viviendas y aguas limpias de lluvia van a parar a los mismos colectores). Esto supone que el volumen conjunto se contamina y, por tanto, ha de ser depurado. Si todas las redes municipales fueran separativas únicamente habría que tratar las primeras. 

Por otra parte, el porcentaje de población sin tratamiento de sus aguas residuales se ha reducido al 2% en los últimos años. Se trata de unos 12.000 habitantes, dispersos en núcleos de menos de 250 habitantes, cuya carga contaminante es casi nula. Sin embargo, constituye un reto para los próximos años. Si bien el avance es lento porque son proyectos que requieren grandes inversiones, cuya planificación se hace a varios ejercicios, y que a veces también conllevan especificidades complejas (orográficas, la mayoría). 

Finalmente, cabe destacar que la derivada de depurar las aguas residuales son los fangos. Es decir, los materiales sólidos al secarse que constituyen lo que llamamos "lodos de depuradora". En 2016 se produjeron 10.863 toneladas de materia seca (una vez centrifugada), que se trató en las propias instalaciones con un proceso avanzado que permite eliminar los patógenos y evitar cualquier consecuencia negativa en su posterior aplicación o destino final. 

Este tratamiento de higienización -doble tratamiento termófilo o digestión anaerobia mesófila- cubre el 85% de los fangos producidos en las instalaciones que NILSA opera. Además, esta materia (gestionada con el código LER 190805 como "lodos de tratamiento de aguas residuales urbanas") conlleva análisis periódicos. La frecuencia analítica es bianual para depuradoras que dan servicio a poblaciones de más 5.000 habitantes, y anual  para las de menor rango de población.  

Es importante recordar que el proceso de depuración del agua residual no termina con que el agua quede limpia y sea devuelta al cauce, sino que también ha de tener en cuenta el tratamiento de los sólidos -fangos- resultantes de este proceso de limpieza. Actualmente, todos los lodos generados en las instalaciones de Navarra con aplicación final agrícola, se quedaron en el territorio: es decir, no trasladamos fangos a otras comunidades autónomas.

En cualquier caso, no solo NILSA trata los fangos. Como empresa pública es la responsable del Plan Director de Saneamiento y, por ende, de todas sus instalaciones, pero existen dos mancomunidades (la de la Comarca de Pamplona y la de Montejurra), que operan las depuradoras de su ámbito. En el caso de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona -a la que corresponden las depuradoras de Arazuri, Etxauri e Ibero, siendo la primera la que da servicio a toda la comarca de la capital navarra-, los lodos generados se someten a digestión anaerobia mesófila. Posteriormente, una parte se dedica al compostaje, mezclado con restos vegetales, y el resto se deshidrata y se aplica directamente en el campo.   

Por su parte, la Mancomunidad de Montejurra -a la que corresponden las depuradoras de Estella-Lizarra, Lerín, Allo-Dicastillo, Sesma, Los Arcos, Arróniz, Lodosa-Sartaguda, Mendavia, Valdega y Viana- deshidrata los fangos mecánicamente y los transporta al centro de tratamiento de Cárcar. Allí son sometidos a compostaje, junto con la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos. En el caso de los fangos producidos por las depuradoras de Lodosa y Mendavia, son trasladados hasta la depuradora de Tudela, donde se tratan conjuntamente con los producidos en la propia instalación.   

En cuanto a las instalaciones más pequeñas de depuración, las fosas sépticas, hay que decir que los fangos se trasladan a otras plantas mayores, donde son incorporados al resto de los producidos en ellas, tras haber retirado los elementos inertes (bastoncillos, compresas, pañales, toallitas, etc.) En Navarra, hay en la actualidad medio milar de fosas sépticas, por lo que es importante también este tipo de instalación, aunque su tamaño sea reducido.  

depuradoras en Navarra