Papiroflexia · Memorias NILSA

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La papiroflexia es una actividad que requiere paciencia y precisión, sutileza y seguridad. Como cualquier otra disciplina o ámbito de la vida. En la educación ambiental sucede igual: se requiere paciencia para educar a las generaciones futuras y a las actuales, cuya mentalidad es, muchas veces, mercantilista con el medio ambiente. También es necesaria la precisión para realizar actuaciones contundentes en la buena gestión del agua, empezando por los usos domésticos; y sutileza para aprovechar al máximo los recursos, sin tener sensación de carestía. En cuanto a la seguridad, hay que tenerla y demostrarla con aplomo para defender los buenos usos del agua, las actuaciones racionales, los proyectos bien fundamentados. 

En Navarra, cada persona consume entre 160 y 170 litros de agua al día en su domicilio. Esto sin tener en cuenta, por ejemplo, el uso de unas instalaciones deportivas como una piscina, o sin considerar los usos recreativos de agua limpia que no pasa por un contador, como bañarse en el río. Así que la cantidad es considerable. Por lo tanto, hay que cuidar el recurso, no solo depurando, sino manteniendo hábitos de limpieza y ahorro a lo largo de todo el ciclo hídrico.

Para ello repetimos unas pautas de vida diaria (sección de Consejos), que ya hemos ofrecido en otras ocasiones, pero que nos siguen pareciendo muy útiles. Merece la pena tenerlas en cuenta porque la experiencia nos demuestra que hay muchas personas que siguen obviándolas. La depuración es cosa de todos, no podemos olvidarlo. Gracias por colaborar.