Vacaciones en el mar · Memorias NILSA

Memorias Nilsa 2011
Vacaciones en el mar

VACACIONES EN EL MAR

Está claro que el agua de abastecimiento, dulce y limpia, se convierte en agua residual, sucia y con necesidad de tratamiento, antes de que vuelva al cauce. Las depuradoras hacen el trabajo de limpiarla de contaminantes, exceso de nutrientes (fósforo y nitratos), objetos (bastoncillos, compresas, pañales...) y otros residuos. Es labor de todos adoptar hábitos diarios para reducir el consumo de agua y -atención, que esto se olvida a menudo- para que la consumimos, esté lo menos sucia posible. Es interés general porque cuanto más cueste depurar el agua, más inversión y gasto hay que hacer y eso repercute en el recibo de todos. Así que adoptar hábitos correctos no es solo cuestión medioambiental, sino también económica.

Como ya hemos explicado esto en el apartado anterior, ahora queremos dar un paso más y recordar que todos vamos en algún momento del año de vacaciones al mar. Habrá quien disfrute de un crucero, de un día de playa, de un baño ocasional, de un paseo o un concierto en la arena, de un traslado en ferry, de un día de pesca en una barquita o de una puesta de sol en un espigón. Y, en esos momentos, no tirar basura, no arrojar desperdicios de ninguna clase al mar, no dejar nada sobrante en la arena o las rocas, es fundamental.

Los ríos van a parar al mar y mantener su cauce limpio y su caudal en buenas condiciones para luego no respetar el océano es una pérdida de tiempo, dinero, esfuerzo y supone, sobre todo, tirar piedras contra el propio tejado.