17 depuradoras con tratamiento terciario · Memorias NILSA

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Depuradora de Larraga

Casi una veintena de depuradoras con una tercera etapa de tratamiento

Navarra tuvo el año pasado la capacidad de depurar 5.664.435 metros cúbicos de agua residual en 17 instalaciones que cuentan con tratamiento terciario. El tratamiento terciario garantiza una excelente calidad del agua y la posibilidad de retenerla en la planta en episodios de fuertes lluvias o caudales punta. Su aplicación suele estar motivada por cauces especialmente sensibles, por vertidos de mayor complejidad en su depuración o por necesidad de contar con un sistema retentivo extraordinario. En cualquier caso, un tratamiento secundario biológico, que es el estándar de NILSA, es suficiente para devolver limpia el agua residual a los ríos y conforme a todas las normativas vigentes.

Los casi 6 millones de cúbicos que podrían tratarse en este centenar de plantas suponen una carga contaminante perteneciente a 69.050 habitantes equivalentes. Un habitante equivalente es una unidad de medida de la contaminación que lleva el agua residual. Incluye la suciedad generada por las personas censadas y por las actividades industriales, agrícolas, de servicios, etc. Por eso, en Navarra, los habitantes equivalentes duplican con creces el censo poblacional, establecido en más de 620.000 personas.

La cifra real de agua residual tratada es inferior a la capacidad de las plantas y en 2009 se situó en 4.193.485 metros cúbicos, lo que supone una carga contaminante de 43.212 habitantes equivalentes. La diferencia entre las posibilidades de tratamiento de las depuradoras y el caudal real permitirá nuevos desarrollos, crecimientos de población y otras expansiones sin tener que modificar las infraestructuras y sin que estas queden pequeñas. Forma parte de la visión estratégica del dimensionamiento de las instalaciones.