NILSA nació para gestionar el Plan Director de Saneamiento de los Ríos en Navarra, que también trajo consigo un impuesto a la ciudadanía: el canon de saneamiento. Corrían finales de la década de los ochenta y podemos hablar del primer impuesto verde de la Comunidad Foral. Unas tasas extendidas en muchos países europeos que en España no terminan de fraguarse. Pero el medio ambiente no espera: necesita cuidados y necesita inversiones. El cambio climático tampoco espera: por desgracia ha llegado para quedarse.
La depuración de aguas residuales en Navarra, en la minúscula actuación que le compete en un escenario gigantesco, es posible gracias al esfuerzo de todos los y las contribuyentes. Su máximo responsable dentro de NILSA, el director de Administración y Finanzas, Mikel Satrústegui, responde a algunas preguntas que buscan acercar al público en general un impuesto que pagamos todos y todas, y que sirve para que este planeta esté más limpio, sea más habitable y resista mejor al triste, pero innegable cambio climático.
¿Qué es el canon de saneamiento?
Es un impuesto que pagamos todos los usuarios de agua en la Comunidad Foral por el vertido realizado al medio natural, bien a través de las redes de saneamiento o bien directamente.
¿Cómo se paga?
El pago del canon se incluye en la factura que la entidad distribuidora de agua en nuestra localidad nos liquida periódicamente. Por otra parte, NILSA factura directamente el canon a un número determinado de empresas navarras.
¿Cuál es su destino? ¿Cuál es la recaudación anual en Navarra?
El canon es un impuesto finalista. Esto significa que tiene un destino determinado y que no puede destinarse a otros fines. Así lo establece la Ley de Saneamiento. Esta es una de las fortalezas del sistema.Con la recaudación del Canon se financia la actividad de saneamiento en Navarra, esto es, las inversiones en colectores y depuradoras, así como su operación y mantenimiento y otros gastos asociados.La recaudación actual es de treinta millones de euros anuales.
¿Se podría considerar un impuesto medioambiental?
Así es, el canon es un impuesto medioambiental, de los llamados impuestos “verdes”. El hecho imponible es el vertido de aguas residuales, es decir, se paga porque se contamina. El destino exclusivo del mismo es la depuración, la acción contraria.Además, el canon cumple con la máxima medioambiental de que “quien contamina paga” y “quien más contamina más paga”.
Yo, como ciudadana y contribuyente, tengo que pagarlo por ley. Pero, ¿podría darme dos razones de índole ética o cívica para convencerme de que sería positivo pagarlo aunque no fuera una normativa?
Como se ha dicho, en nuestra vida todos generamos contaminación a través del vertido de aguas residuales. Aunque cada uno debe adoptar medidas para minimizarlo no echando por el retrete más que lo que debe ir (ni toallitas, ni bastoncillos, ni pelos, etc.), siempre habrá un vertido. Para evitar que éste afecte a la calidad de los ríos debemos dotar a los pueblos y ciudades de sistemas de transporte y depuración adecuados que 'descontaminen' el agua antes de su llegada a los cauces.
Hay que decir que los ríos son muy agradecidos, ya que en cuanto se construye una depuradora, generalmente aguas abajo aumenta rápidamente la vida piscícola.
¿Solo se paga en Navarra o también en el resto de España?
El canon de saneamiento, con ciertas diferencias formales, está implantado en la mayoría de las comunidades autónomas del Estado, aunque hay que decir que el grado de cobertura de la actividad de depuración por parte del canon es muy diferente entre unas y otras. Esto es determinante en la comparación de tarifas.
¿Es más cara la tarifa aquí que en otras comunidades autónomas?
Comparativamente, y esto lo actualizamos todos los años, la tarifa en Navarra está por debajo de la tarifa media ponderada existente en el Estado. De todas formas, la comparación de la tarifa debería tener en cuenta otros aspectos, como son el alcance del servicio en cuanto a población atendida y en cuanto a la integridad del proceso de depuración, la dispersión poblacional, la existencia de aportaciones de los presupuestos de las comunidades, la consideración en los costes de la recuperación de los costes de la inversión, etc.
Si se tuviesen en cuenta todos estos aspectos (pero no tenemos toda la información para hacerlo con exactitud) el canon en Navarra estaría muy por debajo de la tarifa de la mayoría de las comunidades autónomas.
¿Cuánto ha subido la tarifa en Navarra en los últimos cinco años para los usuarios domésticos?
Desde 2012 a 2017 la tarifa ha pasado de 52 céntimos a 59,7 céntimos por metro cúbico. Es decir, ha subido algo más de siete céntimos por cada mil litros de agua consumida.
Realmente, el canon de saneamiento tiene muy poco impacto relativo en la economía doméstica. Algo más en el sector industrial, especialmente en determinados sectores como la industria agroalimentaria. Por ello, una tarifa competitiva y un buen sistema de depuración es un factor favorecedor para la implantación industrial.
¿Prevén nuevos incrementos en el futuro?
En el escenario vigente de planificación se prevén incrementos mínimos de la tarifa, que pueden ser inexistentes si la recaudación se mantiene en los niveles actuales.
¿Quién decide cuánto se sube y en función de qué?
La evolución de la tarifa del canon se enmarca en la planificación a largo plazo del Plan Director de Saneamiento de los Ríos de Navarra. Actualmente, es la única fuente de recursos del Plan, con lo que su correcta cuantificación y recaudación es vital para la sostenibilidad financiera del sistema. La propuesta de tarifas del canon se elabora en NILSA y se eleva para su aprobación en el Parlamento, generalmente en la Ley Foral de Medidas Tributarias.
De izquierda a derecha: Esther de la Hoz, Mikel Satrústegui y Txaro Jubera
¿Cuántos años lleva usted al frente del departamento de Administración y Finanzas que supervisa la gestión del canon?
Pues ya son más de veintiún años en NILSA, aunque al frente del Departamento llevo diecinueve años.
¿Cómo se recauda el canon de saneamiento? ¿Cuántas personas son necesarias para gestionar el canon?
El sistema de recaudación del canon, que fue establecido por la Ley de Saneamiento de 1988, cuenta con la colaboración de las entidades distribuidoras de agua. Ellas incluyen en sus recibos una línea relativa al canon ya que este se liquida generalmente en función del agua suministrada. El importe cobrado lo ingresan a favor de NILSA, que es, en virtud de la citada ley, la entidad responsable de la recaudación y administración del recurso. En este proceso participan aproximadamente doscientas cincuenta entidades locales. Por otra parte, NILSA factura directamente el canon a unas doscientas setenta empresas.
En NILSA estamos tres personas dedicadas parcialmente y en distinto grado a la gestión del canon. Tengo que destacar la labor de Txaro Jubera, que es la Coordinadora del Canon de Saneamiento, y de Esther de la Hoz, en quienes recae el peso fundamental de la gestión de la recaudación. Hacen un magnífico trabajo con las entidades locales y con las empresas, que además, es muy bien valorado por éstas en las encuestas que les remitimos.
Este es un sistema muy eficiente, que no duplica estructuras y que genera una sinergia claramente positiva. Hay que agradecer la colaboración de concejos, ayuntamientos y mancomunidades en este proceso.
Si pudiera hacer llegar al público general, a la ciudadanía que paga el canon, un mensaje sobre el mismo, ¿cuál sería?
El buen estado ecológico de los ríos depende, en gran medida, de la recaudación y buena gestión de este recurso.
Por otra parte, la ciudadanía puede saber a qué se destina el importe que todos pagamos y cuáles son los resultados obtenidos. NILSA hace pública esta información todos los años en el Informe sobre la gestión del Plan Director de Saneamiento que está disponible en la página web.
Algo que no esté reflejado en esta entrevista y que le gustaría que quedara patente.
El Plan Director de Saneamiento, con sus actualizaciones, lleva ya veintiocho años en vigor. Gracias a ello, Navarra se ha convertido en un referente internacional en la depuración de aguas residuales. Debemos mantener el esfuerzo y la colaboración entre los agentes participantes para seguir con esta labor.
Nuestros ríos nos lo agradecerán.