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El Consorcio de Residuos de Navarra nació en 2008, de la mano del Gobierno de Navarra y las mancomunidades de la Comunidad Foral. Todas participan en él, a excepción de la de la Comarca de Pamplona, y NILSA tiene encomendadas las funciones de gerencia del mismo, siempre asesorada por los diferentes representantes de los comités técnico y financiero.
En memorias anteriores hemos explicado la problemática de los residuos y la necesidad de darles una solución homogénea y única en toda Navarra. Desde su creación, el Consorcio ha trabajado en dotarse de unas infraestructuras que garanticen el ciclo de recogida y tratamiento de la basura. Para ello ha construido tres plantas de transferencia (Zona Norte, Zona Media y Zona Pirineos) y tres muelles de descarga (Estella, Arbizu y Peralta), y ha acondicionado dos centros de tratamiento: El Culebrete, gestionado por la Mancomunidad de Residuos de la Ribera; y Cárcar, gestionado por la Mancomunidad de Montejurra.
En esta memoria recogemos los hitos más significativos de 2014, entre los que figura el impulso al compostaje doméstico y comunitario, que ya suma 9.254 familias inscritas en toda Navarra (5.518 de compostaje doméstico y el resto, de comunitario), con unos excelentes resultados. El objetivo es seguir fomentándolo sin descuidar el resto de variables técnicas y financieras que el Consorcio contempla en su gestión continua.
El compostaje se trata de un tratamiento biológico aeróbico (con oxígeno) termófilo (y con calor), susceptible de ser aplicado a cualquier residuo orgánico biodegradable (en nuestro caso, la fracción orgánica de los residuos urbanos) y del que se obtienen como productos finales dióxido de carbono, vapor de agua, compost o material bioestabilizado y calor. En la actualidad, tanto en la planta de tratamiento de residuos de Cárcar como en la de "El Culebrete" se llevan a cabo procesos de compostaje con muy buenos resultados.
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