La campaña educativa fue renovada en julio de 2015, lo que supuso un incremento de la oferta: ahora está operativa durante todo el año natural, incluidos fines de semana, y abarca públicos más amplios, desde las guarderías hasta las residencias de ancianos.
En noviembre de 2015 celebramos también nuestra primera jornada de puertas abiertas, en la depuradora de Estella-Lizarra, que tendrá periodicidad anual. Nuevas actividades y dinámicas, que se suman a las que ya veníamos desarrollando y que continuan siendo gratuitas y en tres idiomas: inglés, euskera y castellano.
La edad mínima para participar está en cero años: hemos empezado a trabajar con bebés en guarderías, en una iniciativa pionera conjunta con la mancomunidad de Valdizarbe, que se irá extendiendo poco a poco. Y no tiene límites: trabajamos con ancianos nonagenarios y centenarios, si se da el caso, ya que también hemos comenzado a impartir talleres en residencias y centros geriátricos diurnos. Esta actividad, denominada Memorias del Agua, constituye la que más empuje ha cobrado dentro de la nueva oferta, tanto por la demanda, al alza, como por la satisfacción de los participantes a su finalización.
El verano de 2015 fue nuestro primer verano totalmente operativos y organizamos numerosas actividades durante julio, agosto y septiembre, tras contactar ayuntamientos, servicios sociales de base, asociaciones vecinales, ludotecas y organizadores de campamentos. En concreto, realizamos 25 talleres en los que participaron 388 personas. Además, con el público en edad escolar mantuvimos 8 sesiones de las actividades en torno al río, y visitamos varias veces las depuradoras, contando con un grupo de Tasubinsa que nos aseguró que volverían a repetir.
En el otoño, llevamos a cabo 64 sesiones de actividades: talleres, visitas a depuradoras y actividades en torno al río. Esto supone que en el segundo semestre de 2015, un total de 1.321 participantes disfrutó del programa educativo.
El incremento de personas interesadas se está demostrado paralelo al incremento de la oferta formativa, por lo que constatamos, con la incontestabilidad palmaria de los números, que seguimos creciendo y en una buena dirección.